Hoy... digamos que no es mi dia

solo eso

Ya al estar seguro de que aquellos eran sus últimos momentos, se pregunto si su vida pasaría frente a sus ojos como una película. O si tal vez no pensaría en nada, si tendría miedo. Fracciones de segundo le llevo averiguar que sus últimos segundos habían sido ocupados pensando que debería sentir en sus últimos segundos.
Pero despertó. Pese a su fuerte convencimiento de la existencia de un paraíso, despertó. No era su mundo, tampoco era como lo que él hubiera asegurado del paraíso. Simplemente... era. ¿Estaba vivo?
No había luz, ni nubes, no jardines ni largas extensiones de prados con gente feliz. Tampoco había fuego y tormento. Por eso decidió entregarse al shock, año tras año de pulcra educación católica supuestamente deberían haberlo preparado para algo así, y sin embargo se sintió solo, casi un niño.
Y si... solo venimos, y solos nos vamos, pero casualmente son esas personas que intervienen entre el principio y el fin las que modifican, alteran y condenan todo.


][que lluevan besos][